Una tarde de verano estaba tumbado bajo un ärbol, cuando oí un gran ruido. Era un jeep que se acercaba lleno de turistas.
Me sacaron muchas fotos y me miraban y hablaban mucho.
Yo miraba a las jirafas, a los elefantes, al gepardo... preguntándome, cuándo los turistas irían donde ellos.
Un turista me dio un trozo de carne y eso me alegró un poco más la tarde.
Otras personas me dieron comida y después me tumbé en la hierba a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario